Novedades del SAT en México

El sugestivo título del post original de esta serie parafraseó al carismático Jefe del SAT de México, Aristóteles Núñez, en el evento sobre Tributación Digital que en conjunto con AMEXIPAC organizó  el SAT el año pasado. En la segunda edición de este evento, al que tuve la oportunidad de asistir para participar en un panel, el Jefe del SAT nos volvió a contar algunas de las iniciativas que el SAT está introduciendo. En México, como en muchos de nuestros países en América Latina, el número de declaraciones electrónicas es muy alto. Como en otros países en que el porcentaje de declaraciones en formato electrónico es del cien por cien (o valores muy cercanos) la aplicación para preparar esas declaraciones es desarrollada por la Administración y puesta a disposición de los contribuyentes. En sus comentarios Aristóteles se preguntaba, casi retóricamente, si esa aplicación se ajustaba a las expectativas de los contribuyentes, si era sencilla siempre, si se ajustaba a los modelos de negocio y los sistemas de información que tenían los contribuyentes. Él se respondió que probablemente no, pues es hecha internamente por las mismas personas que la han hecho siempre y siguiendo los mecanismos con que se han hecho siempre.

El SAT está procurando romper el paradigma mediante la participación de empresas del sector privado que, a-la-PAC, operarían como receptores de documentos digitales. En resumen, estas empresas podrían desarrollar aplicaciones y servicios para brindar otras opciones a los contribuyentes. Eso seguramente pasaría por aplicaciones con interfaces más sencillas o adaptables a segmentos de contribuyentes de determinados sectores económicos. En mi opinión, el cambio más interesante podría venir con la capacidad de que los sistemas de información de gestión de los contribuyentes (ERP, gestores financieros, aplicaciones contables, etc.) tengan APIs para generar los documentos electrónicos equivalentes a las declaraciones para su envío al receptor de documentos digitales y posteriormente al SAT. Recordando que en México existen al momento 77 PACs certificando facturas electrónicas, la mayoría de ellos ofertando servicios adicionales a sus clientes, este escenario parece viable y trae consigo la posibilidad de integrar los procesos internos de los contribuyentes all cumplimiento tributario. Yo supongo que la Administración continuará brindando su propia solución y que serían los contribuyentes los que escogerían una u otra por temas como facilidad de uso o el acceso a otros servicios. A mí me queda la duda de cómo operarían estos mecanismos en relación al pre-llenado de las declaraciones, pero me parece muy interesante en particular para las personas jurídicas.

No es la única novedad del SAT. En un evento sobre facturación electrónica gestionado por el CAPTAC-DR, el IFC del Grupo Banco Mundial, el BID y el SAT de México, Fernando Martínez Coss de la Administración Tributaria mexicana y su equipo nos comentaron varias de las novedades de las muchas cosas que se están haciendo con las facturas ya en temas de control tributario. Sin duda una de las más importantes es la relacionada con EFOS y EDOS. Estos singulares sujetos, con acrónimos que parecen salidos de una novela de Tokien, enfrentan problemas serios. Gracias a la existencia de la facturación electrónica, y la capacidad de análisis de esos datos, el SAT puede identificar mecanismos de defraudación fiscal en que una persona jurídica ha estado simulando operaciones para “vender” facturas a otros contribuyentes con el solo propósito de disminuir su carga tributaria aplicando los supuestos créditos de las mismas. El SAT puede, después de identificado el proceso listar a los vendedores de Facturas o empresas que facturan operaciones simuladas– EFOS (que han estado emitiendo facturas sin contar con los activos, personal, infraestructura o capacidad material para prestar los servicios o producir los bienes), con consecuencias directas para los compradores de esas facturas o empresas que deducen operaciones simuladas – EDOS, a quienes no les serán reconocidas dichas operaciones y por tanto tendrán que regularizar su situación tributaria. El mecanismo, que incluye la detección de un esquema de defraudación utilizando esquemas de tercerización o “outsourcing” de personal, está amparado en el Artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, fue objeto de demanda para amparos de revisión. Ésta fue recientemente resulta por la Corte Suprema negando los amparos. El SAT cuenta con una importantísima herramienta para combatir este tipo de fraude.

Una cosa más. Adrián Guarneros nos compartió sobre la experiencia piloto que está desarrollando el SAT para identificar a partir de las declaraciones electrónicas operaciones extrañas, fuera de los patrones regulares de algunos contribuyentes. Cuando algunos de estos casos son detectados, un servicio de mesa de llamadas contacta al contribuyente para hacer de su conocimiento la existencia de esa factura extraña y verificar si la misma efectivamente corresponde a una operación real o si, por ejemplo, los datos del contribuyente comprador están siendo utilizados de manera fraudulenta en algunas operaciones. Es un servicio interesante y útil para esos contribuyentes y responde a la cultura de inmediatez a la que nos estamos acostumbrando como sociedad hoy. Sin duda los contribuyentes estarán agradecidos de que en brevísimo tiempo se detecta la operación con intención fraudulenta y la Administración Tributaria actúa y ayuda a corregir un error o a evitar un problema posterior. Pero también, sin duda, es claro que semejante capacidad de respuesta demuestra la potencia de la Administración y de la información que tiene en su poder, lo que se constituirá en un factor disuasivo para aquellos con claras intenciones de actuar de mala manera, elevando así la sensación de riesgo y mejorando el cumplimiento.

Estas y otras cosas, incluyendo la introducción del buzón digital, son tratadas en el libro “La Nueva Administración Tributaria en México. El ADN digital: Eje de transformación de los servicios tributarios” que el Jefe del SAT presentó en el Foro Internacional de Tributación Digital.

Por supuesto a los convencidos de las oportunidades que trae la tecnología para las administraciones nos vienen ganas de decir en alta voz: “¡Viva México…!”

Saludos y suerte

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